¿Por qué practicar natación?

La natación es un deporte que tiene su principal diferencia en el medio donde se realiza: el agua. Nos hace sentir ingravidez por lo que disminuye nuestra percepción del peso corporal y elimina las tensiones musculares de nuestro día a día.

 

Pero, ¿es realmente beneficiosa la natación? Sí, si sabemos qué hacer y evitamos alguna serie de ejercicios.

 

A continuación, una serie de indicaciones que debes tener en cuenta en la piscina:

  • Realizar, a ser posible, estiramientos y el calentamiento en alguna piscina donde se haga pie. Favorece la flotabilidad y amplitud de movimientos.
  • Sobre todo, ejercicios con desplazamiento estilo espalda. Es un estilo que no compromete ni las cervicales ni ninguna zona vertebral.
  • Evitar nadar estilo mariposa, ya que comprende la zona lumbar y ejerce mucha presión en la zona de los hombros.
  • Utilizar un tubo de respiración si tenemos problemas en las cervicales. Evitamos así la rotación del cuello.
  • Realizar ejercicios de flotación con o sin material. Favorece la eliminación de la presión intervertebral.

 

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Por otro lado, si aún no padecemos ningún problema muscular, esta serie de ejercicios nos servirá para prevenirlos. En todo caso, si ya es demasiado tarde y padecemos este tipo de dolencias, es mejor que practiques actividades acuáticas para acelerar y mejorar el proceso.

 

Estos son los ejercicios propios para cada una de las dolencias, así como para situaciones especiales como los embarazos o los problemas de artrosis.

 

Este deporte es para aquellas personas que sufren dolores de espalda o de cervicales y que han encontrado en la natación un sustitutivo relajante y saludable a los antiinflamatorios y demás productos farmacéuticos.