Planchas isométricas, el mejor ejercicio para los abdominales

Existen muchas maneras de trabajar los abdominales también para lucir un vientre plano y marcado: crunchs, sits-ups.

 

La mejor forma para entrenarlos es con los ejercicios isométricos, en concreto, con las planchas, no con los abdominales típicos que se hacen tumbados boca arriba y que pueden dañar tus lumbares.

 

Los ejercicios isométricos se caracterizan por la ausencia de movimiento en el ejercicio, se tensa el músculo y se mantiene así, en estático, durante unos segundos para conseguir los efectos deseados, su ventaja es que trabaja mucho las fibras en poco tiempo. Entre todos ellos hay uno bastante conocido, las planchas frontales, y la manera más sencilla de hacerlas, es colocarse boca abajo apoyando los codos, antebrazos y palmas de las manos en el suelo, y después levantar la pelvis durante unos segundos mientras se apoyan las puntas de los pies.

 

Realizar regularmente ejercicios isométricos te ayudará a conseguir un abdomen plano, a la vez que mejorarás tu postura y eliminarás los dolores de espalda.

 

Beneficios de los ejercicios isométricos

 

La gran ventaja de estos ejercicios frente a otros es que los músculos que se trabajan y se tonifican con este tipo son todos los pertenecientes al core, la especie de corsé muscular que engloba los abdominales, el principal beneficiado, pero también los de la espalda, los oblicuos, flexores y extensores pélvicos y los glúteos.

 

Las planchas parecen muy sencillas de hacer, pero no lo son tanto; recuerda que debes mantener una buena postura y colocarte bien para evitar cualquier tipo de lesión.

 

 

Como recompensa a la actividad física estos ejercicios prometen muchos más beneficios aparte de los estéticos. Y es que con solo unos minutos dedicados a su práctica podrás mejorar los músculos encargados de estabilizar la columna vertebral, con lo que adoptarás una postura más correcta.

 

Hay diversas formas de realizar los ejercicios isométricos, la anterior corresponde a la postura más básica, pero existe una gran variedad donde elegir, como la plancha lateral. Una de ellas se hace partiendo de la posición básica explicada, y a partir de ahí se comienza a subir la pelvis haciendo una especie de puente. Otra alternativa más intensa aún es girar la cadera hacia un lado y hacia el otro como si quisiéramos tocar el suelo con ella; para conseguirlo solo hay que hacer pequeños movimientos de los pies.