Patinar también es un deporte para gente fit

Recuerda que cuando era pequeño añoraba unos patines para navidad y luego que empezara el siguiente día para ir y patinar. Mas que un sueño es un deporte y hay mucha gente a la que le gustaría pero le da miedo practicar este riquísimo deporte.

 

Hay muchos patinadores que no llegan a soltarse porque patinan con miedo. Eso evidentemente es un círculo vicioso: Como les da miedo, no se sueltan y como no se sueltan no logran patinar con soltura, y como no patinan bien se caen y tienen miedo.

 

 

Lo que más  asusta suelen ser las posibles lesiones, la falta de control y el ridículo.

 

Pasos para quitárse el miedo y patinar relajado

 

A nadie se le han caído los anillos por llevar protecciones: Rodilleras, muñequeras, codilleras, casco y a ser posible pantalón o maillot con culera.

 

Para mitigar posibles rozaduras basta con llevar manga larga y vaqueros o pantalones de lona que no opriman.

 

¿Controla usted a sus patines o sus patines lo controlan?

 

Conozca sus patines y así no le jugarán ninguna pasada. Un poco de mantenimiento y algunas rutinas como atar bien los cordones, no dejar cabos sueltos y repasar los tornillos de cuando en cuando vienen bien para confiar en el equipo. Hay deportes en los que la confianza en el equipamiento es vital, como la espeleología. En el patinaje basta con saber que no se van a salir las ruedas rodando y que el freno está donde debe.

 

 

Las caídas por sorpresa asustan mucho.

 

Nadie se cae por gusto y realmente casi todas las caídas son por sorpresa, pero algunas más que otras. Las típicas caídas sorpresa están causadas por cosas como cableado en el suelo, una reja de alcantarilla, una mancha de aceite o un impedimento repentino (gatos, perros, niños).

 

Hay que practicar las caídas, las frenadas, levantarse con el impulso de la caída y las posiciones de seguridad. Una buena base es haber practicado algún arte marcial y tener el reflejo de rodar por el hombro cuando se cae hacia atrás.

 

Hacer el ridículo es algo que aterra a muchas personas.

 

Aunque no lo digan. Bueno, aquí no hay más remedio que acordarse de que nadie nace sabiendo. La mejor medicina y el ingrediente secreto para que alguien corra en nuestra ayuda es hacer de cuento que no paso nada y con esto evitará las heridas en su ego.

 

Cuidado con las expectativas.

 

Si tienes más de 40 años, no espere conseguir lo que un veinteañero. Si le sobran 20 kilos, no quiera correr una maratón a las 3 semanas de patinar. Debemos tener un plan razonable, realista y generoso. Con el tiempo progresa de forma imperceptible y puede estar orgulloso de haber conseguido algo acorde a sus posibilidades.

 

Cante

 

Mientras canta y patina, neutralizarás sus miedos. Cuando note ansiedad, póngase a cantar.