Los isquiotibiales y su localización

Los músculos isquiotibiales son un grupo de tres músculos (semimembranoso, semitendinoso y bíceps femoral) que conforman gran parte de la musculatura de la parte posterior de la pierna.

 

Se originan en el hueso isquion de la pelvis y tienen una inserción común en la tibia (como su propio nombre indica)

 

Es la principal musculatura flexora de la rodilla, si el miembro inferior está fijo llevan la pelvis hacia adelante.

 

A la vista de los hechos está, es una musculatura con tendencia a la lesión si no se hace un trabajo cuidadoso. Su fortalecimiento debe ir siempre parejo con su flexibilización (hay que estirarlos mucho).

 

¿Qué hacer para tratar una lesión?

Tener una musculatura posterior de la pierna correctamente trabajada evitará la imagen que todos tenemos grabada de un velocista echándose la mano a la parte posterior del muslo en pleno esfuerzo.

 

Es importante recordar que los estiramientos suaves del calentamiento y los estiramientos de más intensidad después del ejercicio son indispensables para proteger la musculatura, así como el trabajo equilibrado de la musculatura anterior de la pierna (cuádriceps).

 

En deportistas de élite con gran número de competiciones o trabajo muscular muy repetitivo e intenso es difícil asegurar la “inmunidad” (El deporte de élite, en muchas ocasiones, no es salud).

 

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Recomendaciones en caso de lesión y una correcta nutrición

Muchas veces el origen de la lesión está en un punto que hemos pasado por alto, y éstos son los grandes olvidados del entrenamiento. Es muy importante llevar una alimentación adecuada (sobre todo en períodos de esfuerzo) que nos proporcione un nivel óptimo de todos los nutrientes esenciales que nuestro organismo requiere para su correcto funcionamiento.

 

Notable es el ejemplo del potasio, que interviene de manera decisiva en la contracción muscular, y está muy presente en los plátanos.

 

Por último, resaltar la importancia de que nuestra musculatura esté descansada antes de cualquier esfuerzo (ya sea para competir o entrenar). El estrés provocado por la alta carga de partidos en el calendario de un tenista profesional es un motivo más que probable para explicar la causa del problema.