Granola: un alimento muy completo

La granola es un mix de granos, semillas, cereales y frutos deshidratados. Es uno de los alimentos más completos y sencillos de comer. Se puede acompañar con yogurt, leche o simplemente en barra o de a puñados. Esta sencillez que tiene no le quita los muchos beneficios que le brinda al organismo.

El ritmo de vida acelerado que llevamos diariamente, no nos permite tomarnos el tiempo necesario para alimentarnos correctamente. La granola es una excelente opción porque nos brinda una alimentación rica y saludable. Para que la tengas en cuenta para tu próximo desayuno, colación o merienda, te informamos sobre los beneficios que te brinda.

Aporta fibras y grasas benéficas

Con la avena y las nueces como ingredientes principales, un tercio taza de granola aporta fibra dietética que ayuda a una digestión más rápida y evita el estreñimiento. A su vez, es un aporte de grasas benéficas que ayudan a reducir el colesterol y la presión sanguínea.

Fuente de vitaminas y minerales

Algunas de las vitaminas que contiene son: tiamina y vitamina E (responsable de prevenir el envejecimiento prematuro). Algunos de los minerales que aporta son el magnesio, fósforo, entre otros.

Proporciona saciedad

Debido a las fibras que contiene, la granola nos provoca saciedad. De esta forma nos sentimos satisfechas por más tiempo, pasamos menos hambre en la mañana y reducimos la ingesta de calorías.

Este alimento es completo por donde se lo mire. ¿Qué estás esperando para incluirlo en tu dieta?
A continuación les dejamos una receta para hacer tu propia granola casera.

Tip: endulzada con miel es mucho más saludable aún!

Ingredientes:

• 3 tazas de avena tradicional

• 1 taza de almendras fileteadas 

• 3/4 taza de pistachos crudos

• 1/2 taza de nueces picadas

• 1/4 taza de semillas de girasol

• 1 cucharada de semillas de sésamo

• 1 cucharada semillas de amapola

• 1 cucharada de semillas de lino

• 1/2  cucharadita de sal (opcional)

• 1/2 taza de miel

• 3/4 taza de arándanos o frambuesas

Preparación:

Precalentá el horno a temperatura media y cubrí una asadera con papel manteca o una plancha de silicona para hornear. Mezclá todos los ingredientes, excepto la miel y los arándanos. Colocá la mezcla en la asadera formando una capa fina. Si la miel no está líquida, la ponemos en el microondas unos segundos. Debe de estar líquida para poder colocarla sobre la avena y frutos secos.

No hay que mezclar la preparación antes de meterla al horno porque eso hace que se generen grumos. Hornear por 30 minutos y revolver suavemente cada 10 minutos para que no se queme. Retirar del horno, dejar enfriar. Una vez fría agregar los arándanos o frambuesas.

Tip: para evitar que quede muy pegajosa, una vez cocida, agregar 1/4 taza de aceite neutro, ejemplo: aceite de canola.