La importancia del pescado en la dieta

Una dieta sana y equilibrada, que sea capaz de reportar efectos positivos sobre la salud, requiere gran variedad de alimentos entre los que debe estar presente el pescado. De hecho, para la dieta mediterránea, en la que se contempla el consumo generoso de verduras, hortalizas, frutas, cereales como el arroz y productos que derivan de los cereales (pan y pastas), frutos secos, legumbres, lácteos y aceite de oliva, el pescado constituye una pieza imprescindible.

 

Las innumerables especies de pescado a las que se tiene acceso, las múltiples posibilidades que ofrece en la cocina, junto con sus características nutritivas, convierten al pescado en un alimento indispensable en la dieta y recomendable en todas las edades y en las distintas etapas fisiológicas (infancia, adolescencia, embarazo, lactancia, edad adulta y vejez).

 

El contenido calórico de los pescados es relativamente bajo y oscila entre 70-80 Kcal por 100 gramos en los pescados magros y 120-200 Kcal por 100 gramos en los grasos o azules, por lo que constituyen una buena opción para formar parte de la alimentación de personas con exceso de peso. No obstante, este contenido calórico se puede incrementar según el modo de cocinado.

 

 

Gran valor nutricional, ya que como hemos visto es rico en proteínas de alto valor biológico y también es rico en vitaminas, se digiere muy fácilmente, por lo que es especialmente útil en personas con problemas digestivos-intestinales, su contenido calórico es relativamente bajo.

 

Algunos pescados, como las sardinas enlatadas son una buena fuente de calcio y fósforo. Las grasas del pescado intervienen en la prevención de enfermedades cardiovasculares y ayudan a controlar los niveles de colesterol “malo”.

 

El pescado constituye uno de los pilares de nuestra dieta, aportando una calidad y variedad a la misma que tiene un justo reconocimiento en los países de nuestro entorno. Desde hace varias décadas, se ha venido valorando como uno de los integrantes principales de la dieta mediterránea y, en consecuencia, su consumo se ha venido recomendando abiertamente por los especialistas

 

Es un alimento con tantas proteínas como la carne, rico en vitaminas y minerales, pero además algunas variedades son también una importante fuente de Omega 3, ácidos grasos beneficiosos para la salud cardiovascular. Diversos estudios avalan las ventajas su consumo. Uno muy reciente lo asocia con un menor riesgo de diabetes.