Porqué evitar tomar bebidas gaseosas

Para nuestro cuerpo es vital la producción de calcio pues la baja presencia de este mineral genera enfermedades de tipo óseo como osteopenia u osteoporosis. Pues bien, las gaseosas contienen ácido fosfórico el cual se relaciona con fracturas y probabilidad más alta de desarrollar osteoporosis.

 

Los médicos calculan que, por cada refresco consumido, la probabilidad de desarrollar obesidad incrementa 1.6 veces. Procure que todo lo que ingiera sea para el buen funcionamiento de su organismo ya que las consecuencias del sobrepeso surgen a largo plazo en el funcionamiento inadecuado de la columna y estructuras articulares del cuerpo.

 

Una lata de gaseosa contiene aproximadamente 10 cucharadas de azúcar refinada, saborizantes, colorantes artificiales, cafeína, aditivos y conservantes que aportan alrededor de 150 calorías. La próxima vez seguramente lo pensará mejor.

 

Las bebidas gaseosas aumentan el riesgo de padecer obesidad, diabetes, problemas cardíacos, infarto, cáncer, osteoporosis anemia entre otras enfermedades. Suficientes razones para dejar de lado estas bebidas y consumir otras como agua o te.

 

 

 

Las bebidas gaseosas tienen grandes cantidades de azúcar refinada. La fructosa afecta los niveles en sangre de hormonas como la insulina, leptina (hormona que inhibe el apetito) y grelina (hormona que estimula el hambre). De acuerdo a varios estudios, debido al efecto de la fructosa sobre las hormonas, el consumo prolongado de productos con mucha energía proveniente de la fructosa, juega un rol fundamental en la ganancia de peso y la obesidad.

 

Estudios han sugerido que la ingesta menor de calcio debido al consumo de bebidas carbonatadas se asocia a mayor cantidad de fracturas óseas entre los niños y adolescentes.

 

Así mismo, el ácido fosfórico presente en estas bebidas favorece la osteoporosis debido a que disminuye los niveles de calcio y aumenta los niveles de fosfato de la sangre y la excreción urinaria de calcio.

 

El azúcar refinado junto a los ácidos presentes en las gaseosas, como el ácido fosfórico y el ácido cítrico entre otros contribuye sustancialmente en la aparición de caries dentales y erosión del esmalte dental. La caries dental se produce por desmineralización del diente causada por los productos ácidos provenientes de la fermentación de restos alimenticios, especialmente carbohidratos, inducida por las bacterias presentes en la cavidad bucal.