Meditación para dormir: cómo meditar para dormir profundamente

Meditación del sueño: ¿Quieres saber cómo funciona y por qué es importante adoptar este hábito? El sueño es el momento en el que nuestro inconsciente asimila y organiza la información de todo el día. Si esto no se hace, la tendencia es que nos volvamos cada vez más desequilibrados, estresados ​​y con la memoria alterada.

 

Cuando nos vamos a dormir, nos acostamos en la cama y buscamos la relajación y el silencio, pero a muchos de nosotros nos sorprende un parloteo mental que nos impide conciliar el sueño.

 

Es en este punto que acabamos dándonos cuenta del exceso de preocupaciones. Es como tener las manos llenas de paquetes y bolsas mientras quieres tirarte de inmediato en una piscina.

 

Pero para aceptar la invitación, primero tendremos que dejar a un lado lo que tenemos en nuestras manos y luego, disfrutar del buceo.

 

De lo contrario, si buceamos sosteniendo las bolsas, perderemos el libre movimiento de nuestros brazos, lo que nos impedirá nadar. Eso es más o menos lo que pasa cuando nos vamos a dormir y no dejamos de pensar.

 

 

La meditación y la importancia de dormir bien

 

Después de la revolución industrial que exalta a las personas a estar constantemente multitasking, la sociedad terminó cayendo en una trampa. Por supuesto que podemos fusionar varias tareas al mismo tiempo, pero este hábito siempre será un riesgo cuando apuntamos a buenos resultados.

 

Para hacer algo bien en nuestra vida, tenemos que concentrarnos en lo que estamos haciendo. De lo contrario, llevará más tiempo y tendremos un resultado medio en las tareas. En algunos casos, incluso podemos arriesgar nuestras vidas, como conducir un automóvil y enviar mensajes de texto en un teléfono celular.

 

Esto es muy serio, y pocos de nosotros prestamos atención, ya que estamos acostumbrados y creemos que podemos manejar toda esta emoción. Pero el hecho es que eso no sucede en la práctica durante mucho tiempo. Las secuelas siempre se presentan y están ahí para que cualquiera las sienta, y no solo en una noche de sueño profundo.

 

Entonces, cómo la mente ha estado libre y sin gobierno todo el día, produciendo cosas buenas y malas, es realmente difícil gobernarla cuando queremos dormir.

Este es el momento de darnos cuenta de que debemos actuar a nuestro favor, tener poder sobre nuestra mente, entrenar el enfoque. De hecho, es lo único en nuestra vida que podemos y debemos controlar.

 

 

Cómo meditar para dormir profundamente

 

Entrenar la mente es sencillo, aunque quizás al principio o en determinadas situaciones pueda parecer muy difícil. Solo necesitas tu determinación y persistencia para concentrarte en tu momento presente.

 

Trata de proponerte realizar las actividades del día, una a una, con mayor atención. Esta actitud a lo largo de los días se convertirá gradualmente en otro hábito y te ayudará a concentrarte.

 

Si quieres, puedes mejorar este entrenamiento simplemente sentándote y observando dónde estás, a qué temperatura, qué sonidos, qué huele y cómo está tu cuerpo.

 

Unos minutos de dedicación a esta nueva actividad pueden resultar en un mejor estado de ánimo general.

 

Acostarse será una alegría, ya que la tendencia es a tener ya el control de la mente, lo que nos llevará a dormir más rápido y recuperar la salud en su conjunto. Nada es más prioritario que eso.

 

Por cierto, esta palabra, “prioridad”, puede ayudar mucho en este entrenamiento, porque si lo haces durante tu día en actividades generales y en el momento de la meditación, el enfoque se mantiene y, a la hora de acostarte, finalmente puedes experimentar relajación y más silencio interno.

 

Si ya eres una persona que usa tu enfoque, no deberías tener muchos problemas para dormir, pero con el ejercicio a continuación puedes mejorar aún más la calidad de tu sueño.

 

  1. Una vez que hayas hecho absolutamente todo lo que necesitas hacer antes de quedarte dormido, siéntate en la cama con la espalda recta.

 

  1. Recuerda rápidamente tu día, acéptalo como fue y ten en cuenta que ahora mismo no hay nada que hacer más que dormir y recuperarte para el próximo.

 

  1. Agradece todo lo bueno que pasó, incluidas las pequeñas cosas. Es muy importante recordar las cosas positivas antes de acostarse.

 

  1. Respira profundamente unas tres veces y no imagines nada, ya que cualquier estímulo puede alimentar tu mente aún más.

 

  1. Siente profundamente tu cuerpo y el aire entrando y saliendo de él. Establece un enfoque en un punto debajo de tu nariz, por donde pasa el aire. Siente, persiste en sentir el aire que entra y sale.

 

  1. Permanece así durante al menos cinco minutos y, si lo deseas, escucha música de meditación para dormir, que es calmante y relajante durante este período.

 

  1. Ciertamente muchos pensamientos vendrán a visitarte, pero no dialogues con ellos, solo reconoce su presencia y déjalos irse como si fueran nubes que pasan por el viento. Elige no prestarles atención ahora. Después de una buena noche de sueño, todo se ordenará por prioridades y con mucho cuidado.

 

  1. Vuelve a tu entrenamiento. Concentrarse en el aire que entra y sale de tus fosas nasales es lo más importante en este momento. Si quieres aumentar la cantidad de minutos que dedicas a la práctica a lo largo del tiempo, puedes y debes, ya que este ejercicio silencioso mejorará todos los aspectos de tu vida. No te rindas nunca.

 

  1. Mereces tener un sueño profundo y de calidad, y la concentración en la respiración te llevará allí. Tan pronto como te sientas muy concentrado y a menudo notes que estás casi dormido en una posición sentada, acuéstate.

 

  1. Es muy importante que apagues la luz y dejes tu habitación completamente a oscuras, preferiblemente incluso sin las pequeñas luces de los dispositivos electrónicos, ya que pueden alterar la profundidad y la calidad de tu sueño.

 

Ahora es el momento de recargar tus signos vitales y, como regalo, ganar salud general para el día siguiente. ¡Buenas noches!