Los carbohidratos en la dieta

Estos tipos de carbohidratos tardan más tiempo en descomponerse en glucosa con lo que no existe un pico de insulina tan alto y además aportan una mayor cantidad de nutrientes.

 

El nivel de energía se reduce y disminuye el rendimiento deportivo: la grasa no se puede utilizar como combustible exclusivo, por lo que cuando la reserva de hidratos de carbono se agota, nos sentiremos fatigados y decaídos, si no consumimos carbohidratos.

 

Los hidratos de carbono ayudan a mantener los niveles de serotonina en el cerebro. La serotonina es una sustancia química que produce una sensación de calma y mejor estado de ánimo, otros pueden estar más nerviosos e irritantes.

 

Los buenos carbohidratos, son los que nos proporcionan vitaminas, minerales y fibra. Son una fuente de energía para el organismo y eso hay que tenerlo muy en cuenta, para saber cuándo podemos tomarlos. A primera hora de la mañana, que tenemos por delante todo el día, es el mejor momento para tomar los carbohidratos. Gastaremos la energía que nos proporcionan con la actividad que realicemos durante el día.

 

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Los carbohidratos simples, tienen uno o dos azúcares, que pueden ser por ejemplo la fructosa, el de la fruta, y la lactosa, el de la leche, que se absorben muy rápidamente por el organismo y pasan al torrente sanguíneo produciendo una subida del azúcar en sangre. Ofrecen energía rápida que, si no se gasta, el organismo alacena en forma de grasa.

 

Los carbohidratos complejos son moléculas más grandes, que se componen de distintos tipos de azúcares y además cuentan con almidón. Se liberan lentamente en el organismo y no producen picos de glucosa en sangre tan altos como los carbohidratos simples, por lo tanto, son más apropiados y beneficiosos a la hora de intentar perder peso.

 

Existen personas que erróneamente eliminan de su alimentación los carbohidratos, sin embargo, es importante saber que para mantener un peso saludable no se deben eliminar alimentos, lo importante en una alimentación correcta es medirnos en las porciones o cantidades que consumimos de todos los grupos de alimentos.